更爱请

更爱请

lunes, 22 de agosto de 2016

Vuelvo, quiero creer que estoy volviendo...

En principio, me costó volver, me llevo tiempo. Pero acá estoy.
Para seguir, estoy feliz de escribir, disfruto de plasmar lo que pienso, lo que siento. Últimamente estuve confundida, muchas cosas navegan por mi mente y no sé cómo calmar las aguas. Me sentí agobiada, llegué a límites que no había creído antes y sentí que resurgí. Pero no estoy estable, voy y vengo. A lo peor y a lo mejor. Me presiono todo el tiempo. No quiero volverme loca.
Pero estuve analizando que era lo que en realidad me pasaba para sentirme así constantemente y con todo, llegué a la conclusión de que no sé abrirme. No me abro a la gente, no sé hacerlo y eso me aterra. Muchas veces me siento muy sola, y no sé cómo remediarlo, todo el tiempo le echo la culpa al mundo cuando la culpa es mía. Muero por un abrazo (más de una vez) pero cuando alguien por fin me lo da, no sé que hacer, no sé que decir, no sé como reaccionar. Muero por tener alguien con quien hablar de todo, que me quiera, que se preocupe por mi, pero cada vez que tengo la oportunidad de conocer a alguien que tal vez pueda hacerme sentir así lo alejo. Alejo a la gente para proteger mi imagen, creo. Tengo la imagen de persona ruda, fuerte, casi insensible diría. Pero esto, creo, en parte es culpa de agosto. Fueron muchas las cosas que me lastimaron en la vida, agosto me hizo madurar, me obligó a crecer, me destruyó, me hizo construir una pared interna que aún me pasa factura y que no estoy segura de cómo demoler. Necesito alguien que cure todos esos huecos que tengo adentro, agosto por ejemplo.
En agosto, hace casi ya ocho agostos, sufrí una pérdida de las que más marcaron mi vida.
En total tuve cinco perdidas grosas en la vida, La primera la sufrí mucho, mi amigo tenía 13 años, toda una vida por vivir una vida que podía llenarlo de alegría todavía, pero se la arrebataron. Una enfermedad de nacimiento (aunque un error de uno de los médicos aceleró el proceso). Más tarde tuve la segunda, sin exagerar creo que fue lo mejor que conocí y me lo sacaron, así como así. Casi 90 años vivió, yo creo que lo tuvo todo, pero yo no pude tenerlo todo con él. Dolió. Estas dos perdidas marcaron mi vida, me generaron ira, violencia, enojo, bronca, "Dios es una mierda" y etc. Pero, entonces llegó Agosto... Eso logró romper mi corazón. Me marcó. Me hizo ver todo lo que desperdicio en la vida, me hizo sentir vacía por primera vez. A Agosto lo mataron, le clavaron todo lo que pudieron, le robaron los sueños, lo dejaron descalzo, desangrándose... Nos lo robaron, ME lo robaron. Agosto me dolió pero me enseñó que mis pérdidas anteriores eran naturales, la 1 tenía problemas de nacimiento, una maldita enfermedad, con tan sólo tres años de vida ya llevaba 11 operaciones. ¡11! ¿Se imaginan? ¡Cuántas peleas ganadas tenía mi guerrero! No aguantó. Y Agosto me mostró lo egoísta que fuí al enojarme tanto en vez de sentirme en paz, de buscar acompañar a los que me necesitaban. Diez años después Agosto me sigue enseñando. El número 2 había vivido todo y más, había disfrutado, sufrido, pasó guerra, dictaduras, nacimientos, cumpleaños, casamientos, no llegó a mis 15 años por mucho que quería, ¡Pero me lo había advertido, me lo repitió muchas veces a lo largo de todo un año y yo no quise escucharlo! Hasta me llamó para despedirse. Ay, Agosto... En cambio Agosto no fue así y me duele. Me duele tanto, tan adentro. Me duele porque fallamos como sociedad, todo el tiempo. Me duele no poder corregir nada de lo que le ocurre al mundo. Estamos enfermos. Agosto no me dejes nunca. Ahora sólo viven todos en mis recuerdos, no quiero soltarlos, (sé que no les conté las últimas dos pérdidas, pero son similares a la 1 y la 2) duele saber que no vas a poder tocar  a alguien nunca más, es raro, complicado. Pero para mi Agosto es más que sólo un mes, aunque no todas mis perdidas hayan sido en Agosto, él es el momento en el que yo puedo recordarlos libremente, los vivo, los escucho. Agosto me permite siempre seguir reflexionando y simplemente eso me hace sentir mejor persona. Agosto me destruye. Ojala pudiera hacer algo más que solo escribir sobre lo que transito, pero ya no puedo. Pasaron muchos agostos, y espero que me falten mucho más aún... Quiero dar un mensaje, quiero dar el mensaje que tal vez no pudo dar MI Agosto. El mensaje que nos robaron personas desequilibradas, realmente malas.
Hace años Agosto me rompió, y cada día desde entonces estoy tratando de recomponerme, de volver a abrirme al mundo, de querer y dejar que me quieran. Me duele y pienso en Agosto. No quiero que nadie más pueda romperme ni un poquito. ¡Que difícil! Tengo que calmarme. Tengo que darle tiempo al tiempo, pero a veces me desespero. Por suerte Agosto siempre vuelve, no sé que tan bueno sea pero Agosto no me suelta y está bien. Hay cicatrices que uno elige llevar por siempre, yo elijo a Agosto, porque supo hacerme feliz y me acompañó a crecer, tal vez no del mejor modo pero Agosto siempre está y aunque sea una historia  muy triste y dolorosa, a veces puedo sentir como me abraza. (Y sentir que Agosto me abrace, aunque sea un minuto, aunque sea sólo un sueño me reconforta un poco el alma)
Gracias Agosto... Te quiero siempre.